viernes, 17 de junio de 2016

Asesinos a nuestro alrededor

Se conoce como psicópata a la persona que tiene un padecer mental. La principal característica de un psicópata es la imposibilidad de crear relaciones afectivas ante su entorno y de sentir remordimiento ante situaciones que normalmente lo provocaría. En consecuencia, observa a los seres humanos como cosas u objetos que son esenciales para lograr sus objetivos.  Es de destacar, que muchos psicópatas comienzan su carrera de abusos en la infancia, a través del consumo de drogas, alcohol, del engaño, violencia hacia sus compañeros o familiares, entre otras conductas, que muchas veces es vista como conducta antisocial. Asimismo, el psicópata no es sinónimo de persona que mata o asesina, aunque en algunos casos, el nivel de excitación que le provoca al psicópata matar o asesinar lo lleva a realizar repetidamente los mismos. Los psicópatas y sociópatas son muy parecidos pero poseen comportamientos que los distingue uno de otro. A pesar de ello, como rasgos en común presentan comportamientos violentos y sin ningún tipo de remordimientos por sus actos, son indiferentes a los derechos y normas sociales.
Los psicópatas son un desafío moderno a la justicia, para mi parecer la justicia no puede hacer nada por estas personas, ellos tienen un desorden mental incontrolable, a pesar de que los encierren en la cárcel, ellos no cambiaran su comportamiento, ya que no le dan importancia a la vida y todo lo ven como malo. No existe evidencia real sobre las posibles causas del trastorno de personalidad antisocial, sin embargo, se cree que factores genéticos y ambientales, como el maltrato infantil o el abuso infantil contribuyen a su desarrollo. Las personas de padres antisociales o alcohólicos corren mayor riesgo. Las prisiones contribuyen en mucho a desarrollar esta afección en las personas. Las personas que tienen por costumbre maltratar a los animales durante la infancia suelen estar ligadas al desarrollo de la personalidad antisocial.

El estudio objetivo y riguroso de los problemas mentales es relativamente nuevo. En el siglo XIX surgió por primera vez el concepto de "enfermedad mental" y la psiquiatría haría su ingreso definitivo a la medicina. Hasta el siglo XX los enfermos mentales eran recluidos en asilos donde recibían "tratamientos morales" con el fin de disminuir su "confusión mental" y "restituir la razón". En los años treinta se introdujeron varias prácticas médicas controvertidas, incluyendo la inducción artificial de convulsiones (por medio de electroshock, insulina y otras drogas) o mediante cercenar porciones del cerebro (lobotomía o leucotomía). Ambos procedimientos se usaron ampliamente en psiquiatría, pero hubo mucha oposición basadas en cuestionamientos morales, efectos nocivos o mal uso. En los años cincuenta nuevas drogas, especialmente el anti psicótico clorpromazina, fueron diseñadas en laboratorios y gradualmente suplantaron a los tratamientos más controvertidos. La ciencia ha tratado de buscarle solución a este problema, a estas personas que tanto daño causan pero solo logran controlar su confusión mental más no eliminarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario